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sábado, 16 de febrero de 2013

El poco interés mata el cariño.

Acá estoy, otra vez, son las tres de la tarde de un sábado caluroso y si... acá estoy, en mi casa sola. Escribo acá porque es en el único lugar donde me puedo descargar completamente, no hay necesidad de que alguien lo lea o no y es justamente de la forma en que me gusta expresarme, escribiendo. Cómo puede ser que con este día no haya salido, nunca hay alguien para mi, siempre todos tienen planes, nunca están disponibles para hacerme compañía ni cuando estoy bien, ni cuando estoy mal. La mayoría de las personas que leen esto dicen que no les gusta porque es todo muy triste, pero cómo escribir cosas felices, si cada día de mi vida es una tortura, no quiero exagerar las cosas, pero sinceramente no pasan cosas buenas como para escribirlas acá. No creo ser infeliz, pero ya nada me pone de buen humor, ya nada me llena completamente, todo me aburre, me deprime, me consume.
Cada día típico en mi casa, es una pelea, una discusión, un "algo" contra mi. A veces pareciera a propósito que me echen la culpa de las cosas. Siempre tengo la culpa yo, pero así mismo, yo siento que todos me atacan, ¿Estaré confundida? ¿Tendrán razón los demás y la equivocada seré yo? Ya no lo se. Cada día empeora la situación, a llegar al punto de que mi mamá pretenda suicidarse.. ¿Por qué? ¿Tan mala hija soy realmente? Dice que nadie piensa en ella, pero sin embargo yo lo hago, me gusta verla feliz, pero no soy demostrativa con las cosas, y odio ser así porque por eso muchas personas se alejan de mi, pero no es intencional, no es que no soy demostrativa porque no quiero, es simplemente porque no me sale. Para qué sirve ser buena persona si la gente no se fija en eso, hoy en día, uno se preocupa mucho por los demás que en uno nadie se pone a pensar. Nunca nadie me toca el hombro y me dice " Hola che, ¿como estás, como te sentís, necesitas algo? ". Para ellos uno siempre está bien, porque yo no dibujo la tristeza en mi cara, o por lo menos no pretendo que parezca que estoy triste, aunque igualmente no tengo la sonrisa dibujada todo el día, porque ya nada me causa gracia, ya no encuentro el lado bueno de las cosas, nada me causa placer.

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